«Volveremos a donde merece estar este equipo, poniendo todos de nuestra parte. Animar a nuestra afición porque un descenso no es fácil. Reconfortarle todos los partidos y dar el máximo», señala Salva Sevilla, uno de los fichajes del nuevo Alavés de Luis García Plaza nada más aterrizar a Mendizorroza desde el Mallorca: «Sé la pasión que tengo por el fútbol, lo que disfruto, soy un privilegiado, quiero alargarlo lo que pueda, pero no quiero arrastrame por los terrenos. Tengo 38 años y eso está ahí», lanza un jugador acorazado. «Vengo a morir por este escudo», matiza.
La presencia de Luis García Plaza, evidentemente, ha resultado crucial ya que tenía «siete u ocho de Segunda interesados, y de clubes de fuera, pero la llamada de Luis me convenció», lanza el centrocampista, que añade que el míster «ha tenido una influencia muy rande, tenía ganas de venir. Luis es metódico, lo lleva todo al detalle, sabe lo que tenemos que hacer para poder hacer las cosas bien, lo conbozco hace tiempo y vamos a hacer un gran equipo. Tengo una gran conexión con él», desliza Sevilla para una Segunda División muy dura: «Es larga y exigente. Puede haber favoriros, pero no te garantiza nada. Hay que ser humildes, ser respetuosos con los equipos e ir partido a partiudo. Los objetivos se hacen al final de tenporada, creer en lo que hacemos, en el míster, ser un bloque unido», enumera como objetivos del Alavés para contentar a una afición «que siempre la he sufrido aquí como visitante, la exigencia la tenemos que poder nosotros».