Las estadísticas revelan un hecho sorprendente en España: el 30% de los matrimonios terminan después de las vacaciones estivales, haciendo de septiembre el mes con más solicitudes de divorcio. También ocurre en gran medida en enero, justo después de las vacaciones de Navidad.
Las vacaciones de verano en pareja muestran las grietas en una relación, destacando carencias y problemas de convivencia que permanecen ocultos en la rutina anual, cuando no se presta atención. No obstante, representan una ocasión para evaluar la salud de la relación y prepararla para un nuevo comienzo.
Ana Lucas, psicóloga y directora de Psico-Salud, señala que «las vacaciones permiten recuperar o reparar lo necesario en la pareja. Pasamos tiempo juntos, lo que nos proporciona una visión clara de la comunicación, convivencia y estilo de la relación. Es una oportunidad para evaluarla, resolver diferencias y encontrar puntos en común».
La experta enfatiza: «Si las vacaciones en pareja no funcionan, la relación podría necesitar atención. No obstante, los periodos de descanso no deben ser momentos de conflicto y ruptura sino la oportunidades para recuperar y fortalecer la pareja».
¿Cómo lograr una verdadera reconexión con tu pareja? Estos consejos de la experta pueden ayudar:
1. Planificar el tiempo juntos. Ya sea en vacaciones, escapadas o en la rutina diaria, es fundamental decidir conjuntamente cómo compartir el tiempo, asegurando espacios para ambos.
2. Reservar tiempo para uno mismo. Aunque las vacaciones en pareja son para disfrutarse mutuamente, también es importante reservar momentos para la reflexión y el descanso individual.
3. Gestionar las expectativas. Para parejas con hijos, las vacaciones con niños pueden añadir estrés. Es crucial manejar las rutinas y encontrar momentos de relajación, a veces apoyándose en amigos o familiares con hijos, para permitir que los padres tengan tiempo a solas.
4. Comunicación. Durante y tras las vacaciones, después de compartir tanto tiempo juntos, es fundamental dialogar, compartir aspiraciones y reflexionar sobre el futuro en pareja.
¿Por qué se desgastan?
La realidad es que después de un periodo vacacional, algunas parejas pueden sentirse un poco más desgastadas, y esto puede deberse a una serie de factores intrigantes:
– Tiempo de calidad juntos. Pasar más tiempo juntos de lo habitual puede ser maravilloso, pero también pone a prueba la dinámica de la relación. La convivencia intensa puede sacar a relucir aspectos que no se habían notado antes.
– Expectativas de las vacaciones. Muchas veces, las expectativas que llevamos a las vacaciones son desafiantes de cumplir. Queremos que sean perfectas, y cuando no lo son, puede generar decepción.
– Estrés de la planificación. La planificación de las vacaciones en sí misma puede ser estresante, desde la elección del destino hasta la logística del viaje.
– Gasto asociado con las vacaciones. Las vacaciones también pueden generar preocupaciones financieras. El gasto en hoteles, comidas y actividades puede ser una carga para algunas parejas.
– Conciliación de actividades y planes. Coordinar las actividades y planes durante las vacaciones puede ser un desafío, y esto puede causar tensiones.
– Bienestar personal. Cada persona tiene su nivel de activación y necesidades de descanso. A veces, las diferencias en estos aspectos pueden generar fricciones.
– Gestión emocional del otro. Comprender y manejar las emociones del otro es fundamental. Preguntarse cómo apoyar a la pareja cuando está cansada o estresada es un aspecto clave.
– Acumulación de conflictos no resueltos. Nuestro cerebro acumula las tensiones no resueltas y guarda un histórico de todo lo que no resolvemos. A menudo, pequeñas situaciones pueden sacar a relucir problemas no abordados previamente.
«El tiempo juntos, ya sea en vacaciones o en la vida diaria, pone a prueba la relación, mostrando tanto los puntos fuertes como las áreas de fricción. En cualquier relación, ya sea de amistad, de pareja o laboral, es natural que surjan desafíos. Pero, con la pareja, quien comparte más y se espera más, es también natural que surjan más desafíos», expone Ana Lucas.
La terapia de pareja es un recurso valioso para abordar estos problemas desde el principio y evitar que se acumulen. En la mayoría de los casos, las relaciones de amistad pueden disolverse o romperse cuando hay conflictos no resueltos, pero con la pareja, las relaciones suelen continuar y los problemas no resueltos se acumulan, generando malestar y resentimiento de manera indirecta.