Comunidades y el ministerio advierten de una situación especialmente complicada en materia de salud pública | Compañía

Comunidades y el ministerio advierten de una situación especialmente complicada en materia de salud pública |  Compañía

Las vacaciones de verano se desarrollarán cada año en tensión con la salud pública. Con la falta de plantas navideñas y profesionales que cubran los bajos, es un problema que se está agravando en todas las zonas que se están poblando en estas fiestas. Es cierto que el clásico de los contratos temporales con residentes que completan el MIR es inviable, porque la pandemia rastreó su incorporación y no se concretó hasta septiembre (cuando lo normal es que pase a finales de mayo). El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas son conscientes de que será una situación complicada, pero hay diferencias (especialmente con el PP) en cuanto a la responsabilidad de la solución.

La ministra, Mónica García, reiteró estos miércoles durante la sesión de control gubernamental, un argumento que prevalecerá en las últimas semanas: que la sanidad pública está dimensionada para el otoño y la primavera, pero queda corta en invierno ―cuando se infectan los respiradores, incluidos sin covid, ir a la saturación, y en realidad, para las vacaciones. “Hemos trabajado en el SNS y sabemos que la cosa es un drama, porque los profesionales tenemos vacaciones. “Pretendemos escalar el Sistema Nacional de Salud (SNS) de manera conjunta con las comunidades para que esto no sea así”, dijo al Congreso.

Ester Muñoz, diputada popular, resumió el mensaje que también han proclamado los asesores de su partido en las últimas semanas: “Hemos llegado a una emergencia sanitaria este año y los próximos. Se van a cerrar centros, hospitalarios y camas. Usted no es la única responsable, señora García, salvo que, a partir de este momento, la culpable será usted. […] y quiero que los concejales de las comunidades autónomas se dirijan a ellos.

La realidad es que las comunidades autónomas son las competentes en la gestión de la asistencia sanitaria: quienes contratan a los médicos, dimensionan las plantas, los paganos con sus presupuestos, organizan los hospitales y centros sanitarios, así como quienes acreditan las plazas de Médicos residentes (MIR) que pueden formarse cada año, y el ministerio ofrece un número de plazas cada año.

Las comunidades del PP, y con un tono menos belicoso también en el PNV, reclamaron al ministerio su responsabilidad en la formación de médicos, mientras García respondió que un profesional tarda 10 años en formarse, y que desde 2018 no ha tenido más que aumentar el número de plazas MIR: “El Sistema Nacional de Salud tiene hoy más profesionales que nunca, más médicos en formación que nunca y más estudiantes de medicina que nunca. Algunos asesores de salud se aseguraron de que nos tragáramos las irregularidades y nos aseguramos de manchar la ley”.

Se refirió a García al problema del MIR de este año, que comenzó la semana pasada con las autonomías a un Consejo Interterritorial Extraordinario del SNS. “No vamos a asegurar que nuestros redientes completen su formación tres meses antes, no vamos a asegurar que se utilicen junto a ellos. resistencia “Como trabajo barato o sin supervisión, porque es ilegal”, afirmó el ministro.

Ante las pretensiones de ciertos asesores de asegurar en la vida real a los residentes que están a punto de realizar el MIR, Sanidad enviar el martes una tarjeta a las comunidades autónomasque establece la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de los Profesionales Sanitarios (LOPS) y el Real Decreto 183/2008, por el que se establecen los principios básicos que rigen la formación sanitaria especializada en España.

“Estos principios incluyen la resolución gradual de responsabilidades por parte de los residentes y un nivel decreciente de supervisión para mejorar su formación. En el caso concreto de la medicina familiar y comunitaria [que es la que suele registrar más problema de personal]El programa formativo establece que los residentes de cuatro años deben tener la capacidad de completar un formulario de consulta autónomo y completo, sin la presencia del tutor, incluso con posibilidad de reincidencia en el caso de persona o situación ante compleja. , argumento del ministerio.

El gremio médico AMYTS registró que el “residente debe ser tutelado y no debe cubrir las deficiencias de la planta de sistemas sanitarios”. “La verdad es peculiar y quizás complicada, pero por falta de previsión”, escribió en una nota. “Los residentes pueden estar solos en la cabina, en la consulta, pero tienen una puerta intercomunicada con el tutor que tiene nombre y llama, que es la persona encargada de supervisar o hacer investigación en ciencias”, agregó Sheila Justo, médica de familia. y vicepresidente de AMYTS.

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