El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará este lunes la Contabilidad Nacional Anual de España entre 1995 y 2022 y aprovechará el recopilatorio para revisar las magnitudes de los últimos años, especialmente la de 2021 y, por arrastre la de 2022. La estimación de 2020, que actualmente es provisional, pasará a ser definitiva; la de 2021, que ahora es un avance, pasará a provisional; y la de 2022 figurará como avance. Antes de que la publicación se produzca, ya ha estallado la polémica.
¿Son habituales estas revisiones?
Sí, lo son, porque cuando la economía española tradicionalmente ha caído, suele caer más de lo que se ha recogido en los indicadores a corto plazo y viceversa: el proceso de recuperación suele ser más intenso de lo que parece, lo que se debe a que los indicadores tienen cierto retardo y no todos son capaces de recoger a corto plazo los cambios de ciclo.
En septiembre del año pasado el INE ya hizo una revisión y elevó el PIB de 2021 en cuatro décimas, del 5,1% al 5,5%. Además, estos cambios se producen en todos los países, de hecho la oficina de Estadística del Reino Unido hizo lo propio la semana pasada, al recoger un 2% más de crecimiento del PIB entre 2021 y 2022.
Lo que es menos habitual es que la revisión suponga un cambio muy sustancial respecto a la serie divulgada inicialmente. El problema está en que la pandemia dificultó la medición de la economía, con lo que todos los economistas prevén que se produzca una revisión, dado que otros indicadores publicados a posteriori distan de los que recoge el PIB, y que ésta sea al alza, aunque hay discrepancias respecto a la magnitud.
¿De cuánto será la revisión?
Sólo el INE lo sabe. Hay economistas que se atreven a hacer pronósticos y otros que evitan hacerlo. Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de España, considera que un incremento superior al 1% «sería excesivo y requeriría de una metodología muy bien argumentada». Para Manuel Hidalgo, investigador de EsadeEcPol y la Universidad Pablo de Olavide, «todo lo que sea más de un 2,5% podría ser demasiado y algo excepcional», mientras que hay algunos como Daniel Fuentes, profesor de la Universidad de Alcalá y exasesor de Pedro Sánchez en La Moncloa, que creen que «el nivel actual puede estar 2 ó 3 puntos por encima de lo estimado».
¿Por qué genera debate?
Simplificando el conflicto, hay quienes defienden que si la revisión al alza es de muy pocos puntos, será porque el INE mide de forma incorrecta la economía; mientras que, por el contrario, otros sostienen que cualquier revisión exagerada del PIB podría invitar a pensar que el organismo está cocinando de alguna manera los datos.
Entre medias se impone la opinión de los expertos: «El INE hará la revisión que tenga que hacer y teniendo en cuenta todos los datos, porque es el único que tiene toda la información. Uno de los problemas es que quienes llevan 3 años diciendo que la economía no ha recuperado el nivel prepandemia, si ahora revisan al alza el PIB 4 puntos, verán cómo su relato se ha caído«, señala Manuel Hidalgo, investigador de EsadeEcPol y la Universidad Pablo de Olavide a EL MUNDO.
Defiende la labor del Instituto: «Si uno pregunta en Eurostat por el INE te dicen que es, si no el mejor, uno de los mejores institutos de estadística de Europa y que está entre los que menos recomendaciones recibe, así que si el INE dice que hay que revisar un 3% es porque ha habido problemas de medición en los peores años de la pandemia que ahora se pueden corregir».
En la misma línea se manifiesta Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y expresidente del INE, quien señala que: «medir la Contabilidad Nacional es muy complejo y solo está al alcance de instituciones con un equipo de técnicos muy cualificados como el del INE. Excede de la capacidad individual… ese nivel de recursos, cualificación y experiencia solamente está en el INE», asegura.
¿Qué consecuencias tendría una revisión?
Una revisión al alza podría suponer, por lo pronto, que España recuperó el nivel de PIB previo al covid (el de 2019) mucho antes de lo que pensábamos. «Podríamos adelantar un par de trimestres el momento en que recuperamos el PIB pre pandemia y sería en 2022 y no este año», asegura Hidalgo.
Además, una revisión del PIB del año pasado podría traducirse en un cambio en las expectativas del crecimiento para este año, aunque eso dependerá a su vez de dos factores. Por un lado, de la estructura del crecimiento, es decir, de si la economía avanzó más de lo esperado en la primera o la segunda parte del año, ya que si se produce en la segunda podría tener un efecto arrastre (puramente matemático y que los economistas denominan carry over) en este ejercicio.
Por otro lado, Raúl Mínguez, director del servicio de estudios de la Cámara de Comercio de España, apunta que el impacto en 2023 «dependerá de dónde provenga esa revisión», ya que no es lo mismo que la revisión se produzca porque ha habido más consumo del previsto (eso, por ejemplo, podría indicar que hemos ahorrado menos de lo que se pensaba y que la posibilidad de expandir más el gasto a futuro es inferior), o que la inversión haya sido más fuerte o el sector exterior haya tirado más de lo que se creía.
La revisión del PIB afectará también a todas las magnitudes que se miden en relación al mismo, como el déficitpúblico o la deuda pública. «Todo depende de lo fuerte que sea la revisión, pero puede suponer una o dos décimas menos de déficit, dependiendo de cuánto sea. Si la revisión del INE es de ocho puntos, como llegan a prever algunos, serían tres décimas menos de déficit», señala a este periódico Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research.