Emmanuel Amunike, nadie grita ya lo del padre de Luis Enrique

Cuando Emmanuel Amunike llegó al Barcelona su carrera había sido un continuo ascenso, pero su rodilla le detuvo en seco. «Las lesiones son una pesadilla, los jugadores tenemos alegría por entrenar y competir, cuando te lesionas y la lesión se complica es todo muy frustrante», afirma ahora, con 52 años y mucha tristeza, desde Santander, donde reside. Mucho antes de aquello, en su infancia en Nigeria, el fútbol profesional era más una idea que una realidad. «Yo vivía con mi abuela en el pueblo, veía a los mayores con la radio en la oreja, escuchando los partidos. Un día fui al estadio y a partir de ahí quise ser futbolista». El vuelo de Amunike hasta la élite tuvo varias escalas…. Ver Más