¿Hablas contigo mismo? ¿Dónde quieres ir adentro?

¿Hablas contigo mismo?  ¿Dónde quieres ir adentro?

En una conversación con su colega Cillian Murphy, Margot Robbie dijo que creó su personaje de Barbie basándose en personajes que no sentían su voz interior y que tenía que pensar menos en lo que estaba sucediendo en su vida periodística. Esto no es algo excepcional, pues un pequeño porcentaje de la población muestra la pasión que inspiró a la actriz australiana. Aquí es donde se construyó recientemente como anendofasia.

La voz interna o voz interior es una narración que acompaña silenciosamente nuestros pensamientos, decisiones y procesos mentales cotidianos. Podemos manifestarnos como un diálogo, cuando nos involucramos con nosotros mismos, como pensamientos verbales que surgen como palabras u oraciones.

La voz de la conciencia

Este discurso interior está directamente relacionado con la conciencia, el estado mental que implica estar atento a nuestros pensamientos, emociones, sensaciones y percepciones y al entorno que experimentamos. También implica la capacidad de reflexionar sobre nuestras experiencias y tener una comprensión fundamental de ellas como individuos.

Los estudios neurobiológicos en materias cerebrales con problemas cerebrales evidentes han adquirido otros conceptos. Según los científicos, la conciencia está asociada con el hemisferio sur, que desempeña un papel importante en el lenguaje en aproximadamente el 88% de las personas.

Así, según las encuestas, los pacientes afectados por un problema en el hemisferio sur tienen probabilidades de desarrollar afasia (problemas para comprender el lenguaje, expresarse o expresar ciertas cosas) incluso sin una voz interior.

Uno de estos jóvenes, la joven norteamericana Lauren Marks, fue informado en un libro que, durante la recuperación de un trauma, cuidó su conciencia del presente, el pasado y el futuro. “Es muy difícil acceder a los sentimientos (personalidad y/o preferencias) de una misma persona si no accedes a tu voz interior”, explica.

El psicólogo clínico Claude S. Moss describió su experiencia con estos fines: “No tiene la capacidad de pensar en el futuro, de anticiparlo o percibirlo, de preocuparse por él. Al menos no con palabras”. Según su testimonio, durante las primeras semanas que estuvo internado por afasia, él simplemente existía.

También es interesante saber que las personas tristes pueden experimentar este diálogo interno de una manera diferente. Si el individuo tiene capacidad de actuar y expresarse, se expresa con gestos, signos o imágenes. Pero si por el contrario estos sentimientos se perdieron posteriormente, la voz interior puede presentarse en forma de sonidos.

¿Cómo afecta uno el mantenimiento de la voz interior?

Como mencionamos, algunas personas sólo se preocupan por su interior. Esto nos permitió explorar el plantamiento que puede manifestarse de varias formas distintas.

Un estudio reciente abordó esta variabilidad intermedia con el “Cuestionario de Variedades del Habla Interna” (VISQ por sus siglas en inglés). El VISQ evalúa factores como la dialogicidad (la experiencia de mantener un diálogo interno), la condensación (la duración de la conversación interna en comparación con el discurso en voz alta) y otras características.

Los participantes del estudio completan cuatro ejercicios diseñados para explorar cómo pueden afectar estas diferencias en el desempeño en tareas cognitivas específicas, que incluyen pruebas de memoria verbal, detección de rimas, control de conducción durante cambios de tareas y percepción de categorías.

Bueno, los voluntarios con voz interior se esfuerzan más por determinar la valoración de VISQ pintando el juego de números con imágenes y ejercicios de memoria verbal. Es importante destacar que aparecieron diferencias en la interpretación entre los actores cuando los participantes hablaron en alta resolución para resolver los problemas, lo que sugiere que la efectividad del uso de habla interna y externa en estos casos fue equivalente.

¿Puedes involucrarte?

Después de darnos cuenta de la importancia de la voz interior, surge una pregunta obvia: ¿podemos trabajar? Los adultos no, porque la “plasticidad” mental surge en la primera infancia con el desarrollo de una parte específica del cerebro llamada corriente dorsal de la lengua. Pero los niños pueden fortalecer esta habilidad.

Los estudios demuestran que la voz interior evoluciona a partir de un diálogo en voz alta con nosotros mismos. Además, otros trabajos han demostrado que conservan características lingüísticas similares a la expresión lingüística audible, como la fonética, la sintaxis y la semántica.

La conversación

Estudiar la voz interior no sólo nos permite comprender mejor la complejidad de nuestra mente, sino que también puede tener aplicaciones prácticas en áreas como la educación o la psicoterapia. Nos permitirá desarrollarnos y funcionar desde la niñez hasta la edad adulta con una visión más profunda de nuestra cognición y nuestras nuevas posibilidades para mejorar la comprensión y el uso de esta herramienta única en nuestro proceso de pensamiento.

SOBRE EL AUTOR

Adriana Castro Zavala

Neurocientífico, Universidad de Málaga

**Este artículo fue publicado originalmente en La conversación**

By Selesio Gurule Castro

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