Inoue es el número uno: destruye a Donaire en 276 segundos

La primera pelea entre Naoya Inoue y Nonito Donaire (2019) está considerada como una de las mejores de la última década. Este martes, en Saitama, ambos tenían la revancha. Se esperaba un gran espectáculo, lo fue y eso que no se consumieron ni dos asaltos. El japonés, de 29 años, noqueó a Donaire en 276 segundos. Fue un torbellino que la leyenda filipina (39 años) no fue capaz de frenar. Con este contundente triunfo, Inoue unifica los Mundiales WBC, WBA e IBF del peso gallo y sube al número uno de muchísimo de los rankings libra por libra. El nipón es campeón mundial en tres divisiones diferentes (minimosca, supermosca y gallo), ganó las World Boxing Super Series en las 118 libras, está invicto en 23 peleas (19 kO) y tiene a tiro unificar su actual peso. Esas listas son muy personales, pero con la derrota de Canelo, la inactividad de Terence Crawford en 2022 (peleará en verano contra Spence) y un triunfo tan impresionante se ha ganado ese lugar.

El combate comenzó vibrante. El primer asalto fue de estudio, pero a la manera de Inoue y Donaire. Ambos se pusieron en la media-corta distancia y comenzaron a disparar. El japonés acabó con un 56% de golpes conectados y el filipino con un 44%, impresionante. Llegó más claro el nipón, pero una derecha recta hizo venirse arriba al filipino. La contienda estaba igualada, pero al final decidieron cruzar golpes y con una derecha clara Donaire se fue al suelo. La campana salvó a la leyenda, que salió valiente… pero estaba tocado para el segundo round. El recibimiento de Inoue fue un crochet durísimo. Continuó con una catarata de golpes. Donaire, tirando de experiencia, se arrugaba y esperaba su momento, pero no iba a llegar. Cada vez que el local le conectaba las piernas le temblaban.

El coraje de Donaire es de sobra conocido, por ello intentó mandar. Puso a Inoue contra las cuerdas y el japonés solo tuvo que esperar. Con una izquierda medio volada y seca puso las piernas de trapo a Nonito, que a duras penas atinó a irse para la otra esquina. Con su espalda en las cuerdas (fue retrocediendo y recibiendo golpes), Inoue lanzó una derecha que culminó con un crochet que envió a la lona al filipino. La pelea acabó ahí, hubo espectáculo, pero duró poco. Inoue fue el ‘Monstruo’ de siempre, Donaire no le logró frenar esta vez. El aprendiz se doctoró de nuevo ante el profesor.