«La crisis es que no tenemos mucho dinero, no tenemos mucha comida, pedimos a amigas de mi madre que nos den ropa» (9 aos). «Me afecta en que cada da estoy ms triste. A mi familia en que cada da tienen ms problemas con los bancos» (8 aos). «Ya no me compran juguetes, mis padres discuten porque no tienen dinero» (9 aos). Estos son algunos ejemplos de nios y nias que hablan de la crisis y su impacto en sus vidas.
Sus palabras conscientes y responsables entroncan con muchos acontecimientos que, en los ltimos meses, estn ponindoles en el foco de las preocupaciones sociales. El ltimo de ellos es la deteccin de un nmero creciente de casos de familias que tienen problemas para atender adecuadamente la alimentacin de sus hijos.
Aun siendo grave y capaz de movilizar la conciencia social como pocos, no es un hecho aislado, sino un sntoma (an por cuantificar en la mayora de los casos) del progresivo empobrecimiento de los hogares en Espaa, con un impacto especial en las familias con hijos. Segn Cruz Roja, el principal factor de riesgo para la infancia a la que prest asistencia en 2011 ha sido la falta de recursos econmicos, a considerable distancia de otros factores.
Los datos ms recientes de pobreza infantil (2011) nos sitan en un 27,2% de nios que viven en hogares bajo el umbral de la pobreza en Espaa, slo por delante de Bulgaria y Rumana en el entorno europeo. Adems del crecimiento en ms de tres puntos porcentuales respecto a 2009, varios indicadores muestran que la infancia est sufriendo la crisis de una manera especialmente grave.
En 2010 los menores de 18 aos fueron el grupo de edad con la tasa de pobreza ms alta, superando por primera vez a los mayores de 65 aos. El nmero de hogares con nios en los que ninguno de los adultos tiene trabajo creci entre 2007 y 2012 en un 169%, frente al 60% en los hogares sin nios. Y adems, su pobreza es ms intensa y ms crnica. En resumen: los nios bajo el umbral de la pobreza son ahora ms (nos acercamos a los 2.300.000), ms pobres y durante ms tiempo. Sin olvidar que la situacin afecta de manera ms intensa a colectivos infantiles en situacin de especial vulnerabilidad, como los nios y nias con discapacidad, los gitanos o los de origen extranjero.
Las familias con hijos sacrifican muchas cosas por mantener los niveles bsicos de bienestar. Pero si el empleo, los ahorros y las prestaciones se agotan, las becas y las ayudas menguan e incluso la ayuda familiar se acaba, se ven en la situacin de tener que reducir sus gastos en aspectos tan elementales como la comida o, por ejemplo, renunciar a su vivienda. No es un problema slo de nutricin, es un problema de recursos y falta de apoyo a los hogares con nios. Y tambin es un problema del enfoque de las polticas pblicas.
Slo la capacidad protectora de un sistema universal, fruto de un consenso poltico de largo recorrido, como ocurre con el sistema de pensiones, consigue contener el riesgo de exclusin social en muchas personas mayores. La infancia precisa tambin de un sistema universal de proteccin, fruto de un consenso similar, con visin de Estado a medio y largo plazo.
Qu debemos proteger a toda costa? Aun reconociendo la complejidad que esconden, se trata de cosas sencillas, basadas en necesidades y derechos. Son metas necesarias, lneas rojas que ningn Estado debera sobrepasar y que se pueden resumir en cinco propsitos que bien pudieran ser objeto de un pacto poltico y ciudadano contra la pobreza infantil. Ningn nio o nia debera verse privado de:
- Acceso a los alimentos y elementos materiales necesarios y adecuados para su desarrollo.
- Una vivienda digna.
- Acceso completo y en igualdad de oportunidades a la enseanza.
- Acceso a una sanidad de calidad y en igualdad de condiciones.
- Una proteccin adecuada ante el desamparo o la violencia.
Partidos polticos, administraciones y la sociedad en su conjunto deberamos asumir este pacto. Vivimos en un pas todava reconocido por la calidad de las relaciones entre padres e hijos y por la fortaleza de sus redes de apoyo familiar y que, sin embargo (y quizs por eso) se ha caracterizado histricamente por una deficitaria inversin en polticas sociales dirigidas a la familia y la infancia. Polticas que en estos tiempos de crisis han demostrado su inconsistencia y fragilidad.
Por eso, el compromiso debe empezar por cambiar lo que era necesario transformar hace ya tiempo: asumir que la proteccin y el desarrollo infantil son un tema de todos, no slo de sus familias. Y que los impactos negativos en su bienestar y sus derechos no son slo un problema tico o de derechos humanos, sino que tambin son y sern impactos negativos en el bienestar econmico y social de toda la ciudadana.
La oportunidad de comenzar este camino es ahora. En este momento el Gobierno est elaborando el Plan Nacional de Accin para la Inclusin Social 2013-2016 y se ha comprometido pblicamente a que la pobreza infantil sea una prioridad en este documento. Desde varias organizaciones y plataformas hemos propuesto 32 medidas para este Plan estrechamente ligadas al enfoque de la reciente Recomendacin de la Comisin Europea sobre ‘Invertir en Infancia’.
Propuestas realizadas desde el convencimiento de que la inversin en infancia es una apuesta ineludible en estos momentos, y uno de los mejores antdotos frente a esta y futuras crisis.
Aldeas Infantiles SOS. Pedro Puig, Presidente.
CERMI (Comit Espaol de Representantes de Personas con Discapacidad). Pilar Villarino, Directora Ejecutiva.
EAPN Espaa (Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusin Social). Carlos Susas, Presidente.
Fundacin Secretariado Gitano. Pedro Puente, Presidente.
Plataforma de Organizaciones de Infancia (POI). Carlos Martnez-Almeida, Presidente.
Proyecto Solidario. Adolfo Lacuesta, Presidente.
Save the Children. Alberto Soteres, Director General.
UNICEF Comit Espaol. Javier Martos, Director Ejecutivo.