Los jóvenes marroquís lideran la ayuda humanitaria a la espera del Gobierno

Los jóvenes marroquís lideran la ayuda humanitaria a la espera del Gobierno

Más de 48 horas después del terrible terremoto que asoló el suroeste de Marrakech, sólo cuatro países han sido autorizados a enviar ayuda allí. Una decisión tomada tras «una cuidadosa evaluación de las necesidades sobre el terreno», asegura el Gobierno marroquí. De momento, sólo ha aceptado la ayuda de España, Inglaterra, Qatar y Emiratos Árabes. Mientras, son los propios marroquíes los que se están organizando para llevar agua y comida a los más perjudicados por la tragedia.

Justo en frente del Hospital Mohamed VI, es casi imposible transitar porque los coches aparcados en doble fila cargan y descargan cajas y bolsas. Hind, una joven estudiante de bachiller ha llegado con su familia con bolsas con comida para los familiares y los enfermos que esperan a las afueras del hospital.

«Esta mañana a las 6 de la mañana nos levantamos para preparar todo», cuenta. En las bolsas: un zumo, pan, queso, una pieza de fruta y una chocolatina. No trabajan para ninguna ONG, tampoco tienen a ningún familiar herido, pero «tenemos que hacerlo, son nuestros vecinos«, dicen.

Otro grupo de jóvenes, que se hacen llamar los ‘Crazy boys’, ataviados con la bufanda de su equipo de fútbol, el Kawkab Marrakech, descargan botellas de agua para repartir entre la gente que está haciendo la cola en el banco de sangre. «Somos marroquíes», gritan alterados, «es nuestro pueblo«.

En los alrededores de los supermercados, los jóvenes se organizan para hacer cadenas humanas y transportar leche y otros productos básicos para trasladarlos a los puntos más afectados por el terremoto.

Al sur de Marrakech, el seísmo ha sido una catástrofe total. Familias enteras sepultadas bajo las ruinas de lo que fueron casas de adobe, pueblos destrozados y más de 2.000 personas fallecidas.

Pero no solo en estas zonas se están viendo las muestra de solidaridad. Por las redes sociales, decenas son los vídeos de ciudades como Rabat o Casablanca donde la gente también está llevando ropa, haciendo colectas y promocionando por redes sociales cuentas bancarias para hacer donaciones. Varias organizaciones humanitarias marroquíes ya han llenado convys para llevar esta ayuda a las regiones más afectadas, según los medios marroquíes.

En las Costas de Armor, en Plouha, se organiza una movilización para recoger material médico. Los supermercados también organizan colectas para recaudar fondos. En Rabat, el centro regional de transfusión de sangre de Nafissa Benchemsi fue rápidamente invadido por cientos de marroquíes que acudieron espontáneamente a ofrecer su sangre. Ante esta situación, es difícil entender por qué el Reino de Marruecos solo ha aceptado la ayuda de cuatro países.

Se niega en rotundo a aceptar la ayuda de Francia, que en varias ocasiones ha mostrado su disposición total a mandar lo que hiciera falta. Rabat crítica a París por lo que considera un apoyo poco entusiasta. Sin embargo, el propio Emmanuel Macron en varias ocasiones ha ofrecido la ayuda de los equipos de rescate franceses, pero Marruecos lo ha declinado.

Argelia también ofreció asistencia a su vecino, anunciando su decisión de reabrir su espacio aéreo a aviones que transportan ayuda humanitaria o heridos.

Las últimas cifras oficiales elevan a 2.122 los muertos por el seísmo, mientras que 2.421 personas están heridas.