La saga del secuestro de Paul Pogba continúa. Este miércoles, la fiscalía pidió que se juzgue a seis individuos, incluyendo a su hermano Mathias, quien estuvo detenido de septiembre a diciembre de 2022.
En julio de 2022, Paul Pogba interpuso una denuncia en Turín. El mediocampista identificó a un grupo de seis personas, incluyendo a su hermano Mathias. Afirmó que fue secuestrado en un apartamento en Montévrain (Sena y Marne) por hombres enmascarados y armados con un rifle de asalto el 19 de marzo de 2022. Posteriormente, estos criminales le exigieron dinero y supuestamente lo forzaron a firmar contratos comerciales.
Paul Pogba visita los colores de la Selección Francesa / AGENCIAS
Después de seis meses de investigación que recopiló datos telefónicos y vigilancia, complementados con las declaraciones de los diferentes actores, los jueces a cargo del caso confirmaron que Paul Pogba había sido amenazado por un grupo de criminales, originarios del distrito de Renardière en Roissy-en-Brie (Seine-et-Marne), donde pasó su infancia.
MATHIAS POGBA, SUPUESTO COLABORADOR
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Estas cinco personas lo negaron, alegando que también eran víctimas y que habían sido amenazadas porque Paul Pogba se negó a pagar el rescate que le exigían. Ausente la noche del incidente, Mathias Pogba es sospechoso de haber proporcionado “asistencia activa” para persuadir a su hermano de que pagara a los ladrones.
Durante la investigación, expresó su temor por su seguridad y la de sus seres queridos. En el verano de 2022, incluso acusó a su hermano menor en videos, alegando que los había “abandonado”. El asunto se hizo público y se convirtió en una tragedia familiar. La investigación concluyó el 30 de mayo.
PAUL, INHABILITADO
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Recordemos que el centrocampista Paul Pogba sigue inhabilitado como jugador de la Juventus tras recibir una sanción de cuatro años a raíz de su positivo en un control antidoping. El jugador está inactivo desde el mes de septiembre de 2023.
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Pogba nunca aceptó un acuerdo con la Fiscalía Antidopaje que podría haber reducido a la mitad su condena. El futbolista, que dijo en su defensa que ingirió un medicamento que un amigo le proporcionó desde Estados Unidos y que desconocía que fuera dopante, confiaba en demostrar su inocencia pero al final los tribunales no le dieron la razón.
