Los científicos Moungi Bawendi (Francia) y Louis Brus (Estados Unidos) y Alexei Ekimov (Rusia) fueron galardonados hoy con el Premio Nobel de Química «por el descubrimiento y la síntesis de puntos cuánticos, nanoestructuras con propiedades optoelectrónicas únicas que permiten sintonizar los niveles de energía con su longitud de onda o color».
El premio fue anunciado por la Real Academia Sueca de Ciencias y los científicos fueron reconocidos por su trabajo con unas partículas diminutas, de apenas unos pocos átomos de diámetro cuyos electrones tienen un movimiento limitado. Esto afecta a cómo absorben y muestran la luz visible, lo que permite colores muy brillantes. Se utilizan en muchos dispositivos electrónicos como pantallas LED.
“Estas diminutas partículas tienen propiedades únicas y ahora arrojan su luz desde las pantallas de televisión y bombillas LED. Catalizan reacciones químicas y su clara luz puede iluminar tejido tumoral para un cirujano”, según la Real Academia Sueca de las Ciencias, que anunció el premio en Estocolmo.
En un giro inusual, los medios suecos reportaron los nombres de los ganadores antes del anuncio oficial. La academia no hizo comentarios sobre los nombres filtrados antes de su presentación.
Los puntos cuánticos «son una parte importante de la caja de herramientas de la nanotecnología. Todos los premios Nobel de Química 2023 han sido pioneros en la exploración del nanomundo», destacó la academia al explicar las razones de la concesión del galardón.
La institución recordó que las partículas investigadas por los premiados tienen propiedades únicas y ahora difunden su luz desde pantallas de televisión y lámparas LED, con lo cual están presentes en la vida diaria de millones de personas en todo el mundo.
«Catalizan reacciones químicas y su luz clara puede iluminar el tejido tumoral para un cirujano», detalló la academia sueca como una de sus aplicaciones.
«Los investigadores han utilizado principalmente puntos cuánticos para crear luz coloreada. Creen que en el futuro los puntos cuánticos pueden contribuir a la electrónica flexible, sensores minúsculos, células solares más delgadas y tal vez comunicación cuántica cifrada», destacó.
El dinero del premio se elevó este año en un 10%, a 11 millones de coronas suecas (en torno a un millón de dólares). Además del dinero, los ganadores reciben una medalla de oro de 18 quilates y un diploma en las ceremonias de entrega en diciembre.
En 1993, Baendi (París, 1961) revolucionó los métodos de fabricación de puntos cuánticos, logrando que su calidad fuera extremadamente alta, un requisito previo vital para su uso en la nanotecnología actual.
Baendi, que intervino en directo vía telefónica en la rueda de prensa de anuncio de los galardones, dijo que no había sabido nada de esa filtración. «Estaba durmiendo y me despertó la Academia Sueca» cuando le llamó por teléfono para anunciarle el premio.
El nuevo nobel señaló que estaba «muy sorprendido» por este premio que no esperaba y recodó que en este campo de investigación hay muchos investigadores que han contribuido desde el principio, por lo que nunca pensó que pudiera ser él.
El Nobel de Química es el tercero de la ronda de estos prestigiosos premios, después de que el lunes se anunciara el de Medicina y ayer, martes, el de Física, a la espera de que se conozcan entre el jueves y el lunes el de Literatura, el de la Paz y el de Economía