Tras seis aos sin jugar y una traumtica separacin conyugal, el malagueo ha completado su regreso con un ttulo del PGA Espaa en Valladolid.
Cuando la bola desapareci dentro del hoyo 18, el puo de Pablo se cerr por primera vez en toda la vuelta de un torneo de la PGA celebrado en Valladolid. Una treintena de personas, la mayora eran sus propios compaeros, aplaudieron emocionadas. Era imposible no hacerlo si conoces la historia de Pablo Martn Benavides (Mlaga, 1986), el golfista llamado a ser el Tiger Woods europeo, que descendi a los infiernos y resucit hace pocos das a orillas del Pisuerga.
Pablo fue uno de tantos nios prodigio del golf. Fich por Oklahoma State y fue una referencia en categora amateur. En 2007 se convirti en el primer aficionado de toda la historia que gan un torneo del Circuito Europeo. Su gesta acapar las portadas de todos los peridicos, conocer ahora la intrahistoria de aquel triunfo es, cuanto menos, chocante. «Mi swing estaba reventado por unos cambios que hice en la universidad, no obtena resultados y estaba desesperado», relata. As que, aburrido, buscando una solucin en el campo de prcticas, comenz a bromear con su caddie imitando el movimiento de otros jugadores. «Gan ese torneo con el swing de Sergio Garca«, recuerda.
La victoria le trajo contratos millonarios con IMG y Nike, que vieron en Pablo la nueva versin de Tiger Woods en Europa. Pablo ganara dos torneos ms en el viejo continente, jugara majors y se codeara con la lite del golf hasta que un matrimonio malavenido apuntill su carrera. En la disputa de un torneo se enamor de una chica sueca y con la que luego tuvo dos hijos. A partir de una presunta infidelidad, la relacin se torn en un infierno que termin con denuncias e incluso una orden de extradicin, lo que llev al golfista a la crcel durante 10 semanas.
«Les han secuestrado»
Este proceso, que dur seis aos, arruin a Pablo Martn, tanto financiera como psicolgicamente. No obstante, la mayor tortura para el malagueo es no saber nada de sus hijos en todo este tiempo. «Les han secuestrado, he pasado unos aos intentando verlos, me han torturado con denuncias falsas y los he perdido», explica. La dureza del relato es conmovedora. Durante meses, una depresin tuvo a Pablo postrado en una cama, hasta que en septiembre decidi dar un paso en su vida tan duro como necesario para encontrar una salida. «Simplemente me rend, perd todo, la nica opcin que me queda es el golf, que es lo nico que se hacer», cuenta.
Pablo reconoce que todava est en proceso de recuperacin: «Por lo menos me he levantado de la cama y he empezado a sentirme vivo, mi sensacin es que tena un boquete desde la cabeza a los pies». Empez a entrenar hace solo dos semanas despus de seis aos sin tocar un palo de golf. Hace unos das jug las previas del Open de Espaa, torneo en el que no clasific despus de firmar dos tarjetas de 73 golpes.
Pero la semana pasada, en Valladolid, afront el Campeonato de Castilla y Len de Profesionales, perteneciente al circuito nacional de la PGA Espaa. Martin Benavides logr el triunfo tras firmar tres brillantes das de golf, con 68, 65 y una ltima jornada de 62 golpes. Fue su primer ttulo de la nueva vida. «Haba un aura diferente alrededor de Pablo, ha sido algo increble que nunca antes haba vivido en un campo de golf», comenta Chisco Largarto, profesional de golf y amigo de Pablo, que comparti partido con el malagueo en la ltima ronda. «Nunca haba llorado en un campo de golf, ni haba sacado el puo con los birdies de un compaero», afirma todava emocionado. Largarto prest un putter a Martn para que pudiera disputar el torneo. «Mi juego de palos es un poco eclctico», define con sorna Pablo el material con el que gan, acondicionado con retales de palos viejos.
Pablo, que en su corta carrera acumul unas ganancias cercanas al milln y medio de euros en premios, suma algo ms de 5.000 con su triunfo en Golf Entrepinos. «No van a venir mal», confiesa el jugador al que su conflicto arruin con unos gastos en abogados de ms medio milln de euros. Adems tuvo que comprar y mantener una casa en Estocolmo.
«El golf es mi nico altavoz»
Que nadie se confunda, Pablo no ha vuelto al golf para hacerse millonario, no suea con ganar el Masters de Augusta, su nica motivacin es volver a la lite y ganar torneos para poder llegar a sus hijos. «Es la nica va que me queda, la nica motivacin, el golf es mi nico altavoz. Slo quiero decir a mis hijos que les quiero y que nunca les he abandonado, sigo peleando por ellos», anuncia. Tambin reconoce que durante su victoria les tuvo presente en cada momento: «Es el primer torneo que juego con esta motivacin». El hoyo 15 es un par 4 muy estrecho donde son pocos los profesionales que pegan el driver, Pablo lo tuvo claro y lo empu desde el tee. «He visto a mis dos hijos ah en la calle, y slo he tenido que pegarle donde estaban ellos», dice en sentido figurado.
La versin que se vio de Pablo en Valladolid, fue la de sus mejores momentos. «Tcnicamente estoy bastante bien, no me complico la vida», afirma el jugador que mantuvo la serenidad y la calma en todo momento. «He perdido a dos hijos, qu puede afectarme en un campo de golf?», responde.
El siguiente paso, probablemente, sea el campeonato de Espaa de Profesionales o la escuela de acceso al Circuito Asitico. «Estoy muy desconectado, tengo que mirar a qu tengo acceso», aade. Quizs en estas semanas podra participar en torneos del Circuito Europeo en Espaa. «No espero nada de nadie», concluye el renacido Pablo Martn.