Se deja la manga de la marcha con otra marcha. Acudi caminando como ayuda para caminar. La masculina, de la femenina. Si, al cabo de 20 km., Laura García-Caro perdió el bronce en el último metro, Paul McGrath tiene ola de metal (¿culo?) desde el km.12, cuando, pues, el paseo, por la costa para recibir una amonestacina, hasta unete al sueco Perseo Karlstrom, un caminante fuerte (1,84 y 75 kilos), algo tosco, jadeante, pero implacable que en el km.8. Abandoné el pelotón cabeza. Boqueaba como un cuarto fuera del agua, pero Nadaba con potencia en humedad caliginosa, atravesandola a costa de sudar como en una sauna. Eso es todo, por otra parte.
En resumen, la verdad es, en realidad, una no dos que se instala, a partir del km.16, por el núrdico, plata en Mnich’22 tras un Álvaro Martín que se ha reservado a tiempo para salir. Bajo un cielo blanco que expresa un negro plano, en un circuito con numeroso público, McGrath, vivaz y elegante, ganó una medalla que reivindica nuestra importancia en la modalidad. Una medalla reconstituyente, revitalizante y balsmica. Una medalla de plata promete otras conquistas, gracias a Paul, de Cornell, campeón del Europa Sub-23, que tiene 22 años y ha contribuido a asegurar la continuidad, la herencia de una tradición fuerte y generosa.
Karlström, sin gorra ni gafas, qui agobiaban, termina en 1:19:13. McGrath, sin gorra ni pauelo, que se estorbaban, en 1:19:31. italiano Francesco Fortunatoa las 1:19:54. Diego García CarreraSi ha sido destruido desde que se instaló definitivamente en el grupo de cabeza, ahora es decimocuarto lugar. Alberto Amezcua abandonar.