Puigdemont se queda sin ibérico

Puigdemont se queda sin ibérico

Desde Pujol, Cataluña no distingue entre público y privado. Antes, lo público y lo privado estaban separaditos. Se tocaban en secreto a base de bien, como novios en la última fila del cine. Por cierto, ahora que los cines cierran, ¿dónde se magrea la chavalada? Sí, ahí donde usted piensa también había rollo, pero, sin cines, ¿cómo logran…? Me voy de tema. Antes, lo público y lo privado practicaban asimismo tocamientos bendecidos: concesiones y tal. Hoy lo llamamos colaboración público-privada, y es de sentido común. Hasta que llegan los comunistas, pillan lo privado, lo llaman público y se lo quedan. En plan Nicolás Maduro Exprópiese . O hasta que llegan los socialdemócratas y también se te van quedando lo privado,… Ver Más