El Govern ha mostrado este viernes la escuela catalana a una decena de cónsules y a una representante de la Comisión Europea, con una visita a dos centros de Barcelona y Terrassa.
En una rueda de prensa posterior al encuentro, las ‘conselleres’ de Acció Exterior, Meritxell Serret, y de Educació, Anna Simó, han reivindicado la escuela catalana como una «herramienta de cohesión social» y también les han querido transmitir a los diplomáticos el » respeto por el plurilingüismo» y la «vehicularidad del catalán» en la escuela.
«El conflicto lingüístico no existe en las aulas«, ha insistido Simó. En el encuentro, no abordaron el conflicto con los tribunales por el catalán en la escuela mientras que los cónsules se mostraron interesados por temas como el sistema de evaluación.
Serret ha reivindicado que, pese a los «intentos de atacar y menospreciar» la escuela catalana, desde el Govern seguirán reivindicando y defendiendo este modelo que ha descrito como un modelo de éxito, y ha explicado que llevarán a cabo una visita similar con miembros del Parlamento Europeo.
La titular de Acción Exterior y Unión Europea ha enmarcado la vista en la estrategia del departamento de acercar la realidad catalana y los «grandes proyectos» de Catalunya a la comunidad internacional, por lo que ha insistido en la importancia de mostrarles el modelo de escuela catalana.
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Simó cree que la sentencia que obliga a aplicar un 25% de clases en castellano en las escuelas forma parte de una «estrategia política que busca dificultar el aprendizaje del catalán y romper la convivencia».
«Algunos quisieran que el catalán fuera una lengua pequeña, una lengua acomplejada, una lengua de casa, un ‘patois’ y que la mantuviéramos en un rincón donde no estorbara. Pues no, nosotros no nos rendimos. Esto es minorizar una lengua», ha afirmado la consellera de Educación.