entre el 3,5% y 4,5%

A falta de conocer sólo el dato de inflación de los dos meses restantes (octubre y noviembre) para determinar el nivel de la subida de las pensiones de 2024, el Gobierno ya asume que afrontará la segunda mayor revalorización de la historia. Desde la Seguridad Social calculan, concretamente, que la subida se situará entre el 3,5 y el 4,5% teniendo en cuenta que los dos datos que faltan por conocerse no desviarán la media, que se sitúa en este momento en el 3,8%.

Cabe recordar que, tras la aprobación de la primera pata de la reforma de las pensiones en 2021, la revalorización de las pensiones quedó sujeta a la inflación media causada desde diciembre a noviembre del año siguiente (doce meses). Con esto, la previsión de que la subida a partir de enero de 2024 se sitúe entre ese 3,5 y 4,5% que calculan desde el gabinete dirigido por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, sería la segunda más elevada de la historia tras el 8,5% de incremento ejecutado en este año. Antes, las subidas más elevadas se situaron como máximo en el 2,5%.

Con todo, la cifra que arrojan fuentes oficiales confirma el escenario presupuestario adelantado por este medio por el que la subida implicará un coste extra para las arcas del sistema de en torno a 7.000 millones de euros, que sumado a la ya mastodóntica factura que en 2023 rebasó los 190.000 millones y el efecto sustitución por el que las nuevas prestaciones superan en un 12% la media de las jubilaciones que registra el sistema en este momento hará que el montante a pagar durante el 2024 sólo en pensiones contributivas y no contributivas supere los 200.000 millones de euros.

Posible prórroga presupuestaria

Por otro lado, el hecho de llegar a principios de año sin unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) actualizados debido a la demora en la formación de Gobierno no compromete la revalorización de las pensiones, según aseguran desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Recuerdan en este punto, que la vinculación por ley de la fórmula de la subida implica que se pueda hacer sin mayor consecuencia para la cuentas del sistema, si bien apuntan las fuentes oficiales que ese escenario de prórroga aún no está confirmado.

Con ello, 2024 sería el tercer año consecutivo en el que las pensiones contributivas subirán en función de la fórmula contemplada en la reforma de pensiones y en la que se tiene en cuenta el IPC para evitar pérdidas de poder adquisitivo.

Para tener en cuenta el efecto sobre las nóminas de los 9,1 millones de beneficiarios de una pensión en España, para un IPC medio del actual 3,8%, la subida impactaría sobre las cuantías de las pensiones a partir de enero de 2024 para las jubilaciones procedentes del régimen general de asalariados experimentando un alza mensual de 59,5 euros, situándose la prestación en el entorno de los los 1.591 euros al mes. Mientras que los jubilados del régimen de autónomos pasarían a percibir 35,5 euros más en el mes, quedando la paga media en cerca de 951 euros. Además, el colectivo de clases pasivas, los funcionarios en el sistema de cotización vigente hasta 2011 -ahora se insertan en el régimen general-, experimentaría un incremento de su renta mensual de 82 euros, por lo que la prestación ascendería a en torno los 2.194 euros mensuales.

A la revalorización del conjunto de pensiones conforme a la evolución de los precios se sumaría la subida del 2% hasta 2027 estimada para las no contributivas y las mínimas que se encuentren por debajo del umbral de pobreza. El objetivo es que la pensión mínima de jubilación contributiva con cónyuge a cargo alcance al menos en 2027 los 16.500 euros anuales (1.178,5 euros al mes por catorce pagas), un 22% más que ahora.

Las pensiones no contributivas, por su parte, crecerán también por encima de la revalorización media de las pensiones, hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.